Unidad 4. PRINCIPALES TEORÍAS EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA DEL ARTE

En esta unidad vamos a estudiar las propuestas filosóficas acerca de la Estética y la Teoría del Arte que han elaborado los cuatro filósofos más importantes en la historia del pensamiento filosófico de Occidente: Platón, Aristóteles, Kant y Hegel. Los dos primeros son filósofos griegos que pertenecen al siglo de oro de Atenas, 400 años a. C; los dos últimos son filósofos alemanes que vivieron en los siglos XVIII y XIX. Estos cuatro pensadores son considerados los pilares del pensamiento filosófico occidental, por eso es tan importante conocer su opinión acerca del arte y la Estética.

4.1. Platón
El nombre verdadero de Platón era Aristocles, nació en el año 428/7 a. C., en el seno de una familia aristócrata ateniense. Tuvo una vida llena de aventuras, incluso, fue convertido en esclavo en uno de sus viajes a la Magna Grecia (Sicilia). Fue discípulo de Sócrates en Atenas, de donde huyó después de la muerte de su maestro en 399 a. C. Posteriormente, regresó y fundó su escuela a la que llamó Academia, considerada como el primer centro de enseñanza superior de Occidente. Su manera de escribir fue a través de diálogos.
En el aspecto filosófico el núcleo de su pensamiento lo constituye la Teoría de las Ideas, en ella encontramos la esencia de su sistema filosófico, el cual costa de ontología, metafísica, epistemología, ética y política. La Teoría de las Ideas nunca tuvo una definición acabada y completa se fue configurando lentamente con añadidos y correcciones constantes y nunca la consideró plena y definitivamente terminada o cerrada. La Teoría de las Ideas comenzó a surgir en sus diálogos de transición, principalmente en el Menon,  se desarrolló en los diálogos de madurez, como el Banquete, Fedón, la República y Fedro, finalmente fue revisada y autocriticada en los diálogos de vejez, Parménides, Sofista y el Político.
Los rasgos generales y característicos de la Teoría de las Ideas son:
1. Las Ideas son el auténtico Ser, la auténtica realidad, frente a ellas cualquier otra realidad es degradada y deficiente.
2. Las Ideas son inengendradas, imperecederas e inmutables, es decir, son eternas, son independientes y están separadas de todos los objetos materiales.
3. Su lugar propio y adecuado es el Mundo Inteligible que se encuentra en el Topus Uranus.
4. Hay Ideas que todas las cosas, desde los objetos matemáticos hasta los objetos materiales. A cada clase de objeto, forma y relaciones del mundo sensible le corresponde, en el mundo inteligible, su idea propia y adecuada.
5. La Idea es la esencia de lo que las cosas son en sí mismas. Constituye el auténtico Ser de las cosas.
El aspecto estético Platón fue abordado en sus diálogos Hipias Mayor y FedroAunque no escribió una estética propiamente dicha, el total de su obra y la manera de escribir la ontología y metafísica pueden considerarse como una estética. La Estética de Platón tiene como eje la idea de lo Bello, lo cual implica una estética jerarquizada que se eleva desde  los objetos bellos que percibimos con los sentidos hasta la idea de lo Bello en sí que sólo puede ser entendida por el alma inmortal. A la postre, para Platón, lo Bello se une con la idea suprema del Bien, por eso la asociación antiquísima de que lo bello es bueno y lo bueno es bello.
Como nuestros sentidos son los que perciben las cosas sensibles del mundo y, después, nuestra mente los transforma en conocimiento y conceptos, la Estética Platónica puede catalogarse como sensual y sensualista. Lo que perseguía Platón con su propuesta estética, era buscar lo bello en sí, no lo bello en los objetos. Lo bello en sí, es lo que en la Teoría de las Ideas, es la Idea de lo Bello, con este concepto Platón busca lo que hace bello a cualquier objeto bello, lo común a todo objeto catalogado como bello. Sin embargo, Platón no logra una definición convincente de lo bello en sí.
Los objetos bellos sólo participan de la Idea de lo Bello no son lo Bello en sí; los objetos sensibles son meras imágenes o copias de la Idea. Por esa razón, Platón consideraba que los artistas cuando realizaban sus obras hacían copias de los objetos de la realidad sensible, es decir, imitaban a las cosas del Mundo que a su vez eran malas copias de las Ideas. Por lo tanto, el arte no representa las cosas como realmente son, puesto que no puede plasmar a las Ideas, que son inteligibles, inefables e imposibles de representar; el arte, a lo mucho muestra pálidos reflejos del mundo sensible, que era una mala copia del Mundo de las Ideas.
Estas exigencias ontológicas respecto al arte y a la Estética hicieron que considerara a los artistas como meros representadores de ilusiones, por eso los excluye de su Ciudad Ideal, ya que el arte no era ni adecuado ni útil, conducía al hombre al error, debido a que formaba una falsa imagen de la realidad y terminaba corrompiendo al pueblo.
Pero ¿Por qué el arte conducía al error si representaba la realidad? Porque el arte, según creía Platón, representaba la realidad deformada, proporcionando así una imagen ilusoria. Según la filosofía de Platón, el aspecto externo y sensorial de los objetos de la realidad constituyen no sólo una imagen superficial, sino falsa. Entonces ¿Por qué el arte corrompe? Según Platón porque afecta los sentidos y los estimula, cuando el hombre debe guiarse sólo por la razón. Por lo tanto, el arte influye en los sentimientos debilitando la mente y el carácter, adormeciendo el interés moral y social del ciudadano. Para Platón, las artes plásticas deformaban la realidad, mientras que la poesía y la música desmoralizaban al hombre.
Para finalizar este apartado, vale la pena decir que los artistas de la época de Platón, no tomaron en cuenta las observaciones que el filósofo hizo acerca del arte, puesto que se hicieron realizando sus actividades artísticas sin ningún problema. Así pues, los argumentos de Platón no son más que las teorías personales de un filósofo.


4.2. Aristóteles
Aristóteles nació en Estagira, Macedonia, en 384 y murió en Calcis, Isla de Eubea, dos años después de su alumno más ilustre, Alejandro Magno, en 322 a. C. Fue hijo de Nicómaco, médico del rey Amintas III de Macedonia, por eso, la familia de Aristóteles tuvo influencia y cierto poder en la corte macedonia. A la edad de 17 años ingresó a la Academia de Platón en donde permaneció por 20 años. A la muerte de Platón (347 a. C.), Aristóteles viajó por en varios lugares de Grecia hasta que en el año 343 a. C. Filipo II, rey de Macedonia, lo llegó a su corte para que fuera el maestro de su hijo Alejandro que tenía 13 años. Alejandro estuvo al menos 2 años como alumno de Aristóteles, hasta que inició su educación militar. En el año 335 a. C. Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia escuela a la que llamó El Liceo, a diferencia de La Academia, la escuela de Aristóteles tenía clases abiertas a todo el público. A la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a.C., Aristóteles abandonó Atenas temiendo por su vida, debido a que los macedonios ya no eran bien vistos en esta ciudad.

Respecto a su posición filosófica, Aristóteles, a diferencia de Platón, tuvo siempre en cuenta los acontecimientos del mundo físico, hasta el punto de que muchas de sus obras pertenecen más estrictamente a la ciencia que a la filosofía. Su interés por los fenómenos naturales contribuyeron a fortalecer en su espíritu una filosofía muy diferente al sistema  platónico.
La obra de Aristóteles fue, con excepción de algunos diálogos fragmentarios escritos en su juventud, muy distinta de la de Platón porque fue escrita en forma sistemática, es decir, está organizada en una serie de tratados hechos para sus alumnos. Aristóteles fue el fundador de la lógica, ademas, dedicó una abundante parte de su producción a las ciencias naturales, escribió El tratado del cielo (De Caelo) y La física; también abordo el tema de la metafísica y la ontología en un tratado sobre el Ser al que posteriormente se llamó Metafísica. Abordó temas morales, éticos, de política, de retórica y un texto sobre literatura y Estética llamado La Poética, su pensamiento estético esta comprendido en este texto que contiene consideraciones prácticas acerca de la creación artística y sobre el arte.
Para Aristóteles la realidad no es, como para Platón, una copia imperfecta de las Ideas. La Idea no tiene existencia en sí porque resulta ser una abstracción, es decir, para cada persona es distinta, por eso lo importante es la realidad y para conocerla, debemos ser capaces de reducirla a sus causas. Esas causas son, para Aristóteles, cuatro: La causa material (de lo que está hecho el objeto); la causa eficiente o motriz (aquello que ha dado lugar al objeto); la causa formal (la que da al objeto su forma) y la causa final o  teleológica (aquello a que está destinado un objeto). Esta Teoría de las Causas es el  camino por donde podemos encontrar la estética aristotélica, porque la verdadera naturaleza no se conoce a menos que se conozca la causa final.
En La poética se ocupa del tema de la tragedia. Como era característico de Aristóteles aborda el tema de una manera sistemática, lógica y técnica, buscando siempre la causa final de esta disciplina artística, la tragedia. La doctrina sobre las artes es muy incompleta porque se olvida de las artes plásticas, puesto que no le interesan y tampoco le pone atención a la música y a la poesía.
Aristóteles no concibió lo bello y el bien como categorías prácticas o técnicas, como  lo hizo Platón. Para el Estagirita, lo bello y el bien tienen un valor metafísico, lo bello es metafísico, esto quiere decir que tienen un fin determinado que tiene que realizar, o sea, lo bello es una entelequia.

En suma, para Aristóteles lo bello es cualquier objeto que cumple con la finalidad para la que fue hecho; para él, la principal cuestión estética es la de las relaciones entre lo bello, el bien y lo útil.

Finalmente, contrario a la opinión de Platón, Aristóteles pensaba que las artes, y muy específicamente la tragedia, eran una especie de medicamento catártico, un remedio contra la demasía y el exceso. La tragedia y las artes son elementos moderadores, es decir son instrumentos para buscar el justo medio en la conducta del ser humano. La tragedia produce pasiones, que si bien son violentas, se muestran atenuadas por el efecto de la catarsis. La tragedia purifica (catarsis) al espectador, porque atenúa su fogosidad y ardor. Por eso, un espectador, después de presenciar una tragedia, es un hombre mejor para la sociedad por qué descargar toda su frustración y molestia en el escenario y cuando regresa a sus ocupaciones diarias es un hombre purificado y con mejor talante.

4.3. Kant
Emmanuel Kant nació en Königsberg, Prusia en 1724 y murió en el mismo lugar en 1804. Su vida transcurrió, toda ella dedicada a la ciencia y a la filosofía, sin muchos cambios, sin mayores aventuras, sin mayores desventuras. Si algo es notable en su vida es precisamente lo escrupuloso, lo cotidiano y lo disciplinado que era.  

Kant tuvo una salud débil, a pesar que vivió bastantes años. A esta debilidad en su constitución física se deben los cuidados que el filosofo tomaba por su salud, cuidados que se reflejaban en la rigidez de sus propias reglas de vida y en el orden rutinario de sus movimientos. Kant fue un hombre cuidadoso y muchas veces maniático, como lo muestra su negativa a viajar fuera de su ciudad natal o evitar el matrimonio para entregarse a su obra. La razón de sus actos se puede encontrar en que fue educado en el rigor pietista, corriente perteneciente al protestantismo alemán.

La obra de Kant es del todo excepcional, representa una de las grandes summas del pensamiento humano, comparable con Platón, Aristóteles, Santo Tomás o, años más tarde, Hegel. La filosofía de Kant se puede dividir en dos períodos: el primero, de 1750 a 1770, en donde la actitud filosófica de Kant estaba profundamente influida por el pensamiento de Leibniz. A partir de 1770 suele decirse que empieza la filosofía original de Kant que habrá que ver la luz, cuando en el año 1781 se publique la primera edición de la Crítica de la razón puraEn esa obra Kant se propone establecer los fundamentos y los límites del conocimiento humano. Es de notar que Kant no es el primero en hacer esto, antes ya lo habían realizado Descartes y Hume, pero la filosofía de Kant es mucho más radical que la de éstos. La primera pregunta que propone es ¿qué podemos conocer? Y es que para él, el conocimiento, su uso posibilidades y sus límites, van a ser el centro mismo de la filosofía. 

Para Kant el trabajo de la filosofía consiste en que antes de poder tratar otros problemas de la vida humana como la moralidad, la historia, la religión o las leyes es necesario deslindar claramente cómo conocemos y hasta qué punto es lícito decir que conocemos. A Kant no le preocupa el problema del origen de las ideas, sino que se ocupa principalmente del conocimiento y este conocimiento, como lo muestra la ciencia y, sobre todo, la física de Newton, es un hecho incontrovertible. Sin embargo, Kant expone que hay un campo en donde el conocimiento es imposible, esta área es la metafísica.

La obra donde aborda la Estética es la Crítica del juicio escrita en 1790. La Crítica del juicio está dividida en dos partes: la primera, comprende la crítica del juicio estético; la segunda, es la parte teleológica o de la ciencia de la finalidad. 

El gusto es la facultad para discernir lo bello mediante un juicio (El juicio es la facultad de decidir si una cosa se halla sometida o no a una regla, es la facultad de subsumir los objetos a reglas. Existen dos clases de juicio: el determinante y el reflexivo. El juicio determinante consiste en ordenar un objeto según la regla. El juicio reflexivo consiste en remontarse desde el objeto a la regla.). Ahora bien, el juicio cuenta con cuatro caracteres fundamentales o momentos: cualidad, cantidad, relación y moralidad, Kant estudia el juicio estético a través de estos momentos. 
Según la cualidad, lo bello es cierto placer desinteresado que los objetos representados suscitan en el sujeto. 
Desde la cantidad, lo bello gusta a todos los que tienen experiencia para gozarlo. Por eso, un cuadro puede gustarle a unos y a otros no, eso depende de la diferente educación artística. El gustar a todos quiere decir que hay la pretensión de que valga universalmente, lo cual ocurre, sin la necesidad de recurrir a un concepto. Asi es que el arte es representación, imagen, no concepto. El concepto es producto del entendimiento, mientras que la imagen es producto de la fantasía.
Por lo que respecta a la relación del juicio estético, lo bello implica una finalidad que no trasciende del objeto representado, lo cual significa que tiene una finalidad sin fin. Por eso decimos que una obra expresa algo, lo cual es su finalidad intrínseca. Cuando  observamos la obra la apreciación estética culmina en esa finalidad interior de la propia obra. Querer llevar esa finalidad fuera de ella, tal vez pensando en la utilidad que reporte esa obra contemplada, significaría conculcar (quebrantar) el juicio estético. 
En atención a la modalidad, algo es bello cuando se reconoce, fuera de todo concepto, como materia de una satisfacción necesaria. Lo necesario es lo que no puede ser de otra manera. El juicio estético establece la necesidad del asentimiento general. lo bello se impone, porque lleva consigo la necesidad de la determinación de todos a un juicio mismo, el cual es considerado como un ejemplo de una regla general, aunque no pueda ser formulado en conceptos.
Por lo que se ve, el gusto o juicio estético es el concepto clave de todo el análisis emprendido. El juicio del gusto o estético es la facultad de discernir lo bello mediante la imaginación libre. El sentimiento de lo bello es una actitud autónoma, creadora, con su propia e interna legalidad a priori, como lo expresa la llamada fantasía poética. El arte se sirve de objetos construidos por el entendimiento, pero los mira desde una vertiente de la conciencia para conferirles las cualidades de lo bello.
El juicio estético se funda en un concepto (el del principio general de la finalidad subjetiva de la naturaleza con relación al juicio), por el cual no se puede conocer ni demostrar nada relativo al objeto. El juicio estético no es determinable por algún principio, por lo tanto no puede haber una ciencia de lo bello. De tal manera que las Bellas Artes no conocen sino una manera o modo y no un método. Podemos decir que para Kant el arte no representa nada porque el arte esta formado por la espontaneidad y un libre juego de facultades humanas, sin que esto derive en alguna función representativa, por esa razón cuánto un artista más intenta dotar de significado una obra de arte peor es la obra.
Finalmente, para Kant el arte es demasiado frívolo para prestarse a una investigación del espíritu no es más que una distracción, una mera diversión. Nuestra racionalidad humana tiene otros asuntos más importantes que solucionar, como los límites de nuestro conocimiento, la posibilidad de que la metafísica sea una ciencia o encontrar juicios sintéticos a priori que den cimentación a la ciencia. En suma, la reflexión acerca de lo Bello y el arte  no se puede convertir en ciencia.

4.4. Hegel
La vida de Hegel (1770-1831) trascurre en pleno periodo romántico. A pesar de eso la filosofía de Hegel es racionalista y metódica. Se debe advertir que la filosofía de Hegel es en algunos de sus libros la más difícil que se ha escrito. Su oscuridad es muchas veces el resultado de una riqueza extremada de ideas, en otras ocasiones es sencillamente falta de claridad. Quien desee empezar a leer a Hegel deberá, de inicio, evitar la lectura de la Ciencia de la lógica y de la mayor parte de la Fenomenología del espíritu. El acercamiento a la filosofía de Hegel se debe iniciar con la lectura de la Introducción a la filosofía de la historia, seguida de la Estética y las partes de la Enciclopedia de las ciencias filosóficas que se refieren al espíritu objetivo y al espíritu absoluto.
La filosofía de Hegel pretende dar una solución definitiva a los problemas del hombre, pretende ser la última síntesis de la historia a la cual vienen a desembocar las filosofías, las creencias y las formas artísticas del pasado. Su filosofía es una filosofía del movimiento y de la acción de la lógica en naturaleza y en el desarrollo del espíritu, es también una filosofía de la identidad que piensa encontrar en un principio superior de la unión de los opuestos y la estabilidad última de todo lo que se mueve, se altera y cambia. Tal es el sentido del método dialéctico que encontramos tanto en la Fenomenología del espíritu como en la Lógica, la Estética y la Filosofía de la historia. Al mostrar la movilidad de todas las cosas, desde el pensamiento hasta la naturaleza y de la naturaleza a la religión y a la filosofía, Hegel pretende mostrar la profunda unidad que existe entre ellas.
El método dialéctico es el que Hegel emplea a lo largo de toda su filosofía para determinar el movimiento del pensamiento y la razón. La dialéctica es un método dinámico que responde a la dinámica de los pensamientos, las tendencias espirituales y culturales de los hombres. Desde el punto de vista formal, el método dialéctico consiste en afirmar que la verdad no surge de la identidad, sino de la oposición y, más aún, de la contradicción. Así pues, tenemos que de una tesis A, analizada a fondo, dará una antítesis no-A, la cual, a su vez, analizada o fondos, volverá a remitirnos a A. En la filosofía clásica esta oposición de términos que nos remiten uno a otro era una simple y llana contradicción, pero para Hegel, de la oposición de dos términos surgirá un tercer término, la síntesis, en la cual A y no-A vendrán a reunirse para adquirir sentido y para dar lugar a una nueva realidad o un nuevo concepto.
El Espíritu Absoluto, es la realidad máxima del hombre y del mundo según Hegel. Este Espíritu Absoluto muestra un progreso que es, sobre todo, crecimiento interior. El primer paso de este progreso está representado por el arte, en él empieza a realizarse totalmente la idea, es decir, tanto la aproximación de la conciencia humana a Dios como la plenaria realización de Dios mismo. Las artes presentan, como la historia, un progreso que va desde las partes más naturales, llamadas por Hegel simbólicas, a las artes más espirituales (románticas) por medio de las artes clásicas. Hegel llama simbólicas especialmente a las artes arquitectónicas, el arte clásico es la escultura y las artes románticas son las pinturas, la música y la poesía.
Lo que Hegel llama arte simbólico es lo que Kant llama arte sublime. En este género de arte, predomina el contenido sobre la forma y en él “la idea busca todavía su verdadera expresión artística”. En la arquitectura simbólica lo característico es que el hecho de que la casa, el templo y demás construcciones son simples medios vistos aún sin exterior. Por ejemplo los obeliscos, en el Oriente, son formas de grandes dimensiones que dan la impresión de una sublimidad que en ellas se simboliza.
En Grecia nace el arte clásico que es el arte de la armonía donde el contenido y la forma se integran para alcanzar una verdadera unidad de sentido. El arte clásico de los griegos es individual y, al mismo tiempo, universal.
La arquitectura románica, cuya expresión más completa es la catedral gótica, logra, a través del recogimiento, abandonar el terreno de lo finito para elevarse hacia Dios, en quien encuentra el descanso buscado. La ascensión libre de la arquitectura romántica y, especialmente, gótica, representa un poder espiritual que se eleva más allá de la materia. En cada una de las artes encuentra Hegel la evolución de lo material a lo espiritual, de la sensualidad a la conciencia. Todas estas observaciones acerca del arte no se siguen se encuentran en su libro titulado la Estética.
Respecto al concepto de lo bello, Hegel afirma que se determina como la apariencia o el reflejo sensible de la Idea. Esta idea es la encarnación de lo verdadero y las manifestaciones exteriores, existe sino ha sido exteriorizado. El ideal hegeliano se sitúa a medio camino entre el naturalismo imitador y el clasicismo y idealizador, de manera que el artista naturalista sólo dedica su atención a lo particular, mientras que el artista clásico se enfoca lo general.
En resumen, podemos decir que la posición de Hegel respecto a la Obra de Arte se puede expresar así:
1. La obra de arte no es un producto de la naturaleza, sino del esfuerzo humano, es una creación humana.
2. Es creada para los sentidos del hombre.
3. Toda obra de arte tiene un fin en sí misma.

Finalmente, podemos decir que la obra de arte es un producto de la actividad humana. Pero esta actividad no es absolutamente consciente, si lo fuese, se dispondría de reglas y el arte podría enseñarse, en este sentido la libertad y la espontánea la son esenciales, por esta razón el arte no se puede enseñar. De hecho, el arte requiere de dos cosas: el don, que es irreemplazable, y una técnica que no se inventa, sino que se recibe. El don se añade a la reflexión y a la técnica, por la unión de estas dos cualidades, el artista es capaz de crear obras verdaderas y bellas.