Unidad 1. ESTÉTICA

Se entiende el término estética como "la reflexión filosófica acerca del arte", mas no siempre se ha llamado así a todas las reflexiones sobre el arte. La palabra "estética" hizo su aparición en el siglo XVIII cuando la empleo por primera vez Alexander Gottlieb Baumgarten (1714-1762) en su trabajo Reflexiones filosóficas acerca de la poesía en 1735. Aunque en ese momento significaba "teoría de la sensibilidad" conforme a la etimología del término griego aisthesis. Sin embargo, la estética, aún sin haber llevado todavía este nombre, existe desde tiempos de la Antigüedad e incluso desde la prehistoria, y es justamente esta reflexión sobre el arte y sobre lo bello a través de los siglos la que nos proponemos estudiar.

La estética ha estado siempre mezclada con la reflexión filosófica, con la crítica literaria o con la historia del arte, hasta hace poco tiempo se constituyó como ciencia independiente con un método propio.
La estética es una rama de la filosofía cuya reflexión fundamental gira en torno al arte, por eso se puede afirmar que la teoría del arte es la principal disciplina estudiada por la estética.


1.1. Su objeto y método de conocimiento
El objeto de estudio de la estética es el arte. Sin embargo, el arte tiene varias lecturas por eso el juicio estético no es universal, es decir, se aplica únicamente para la persona que lo admite y no tiene que ser válido para todas las demás. El juicio estético no produce conceptos del conocimiento como lo hace un juicio lógico; también es desinteresado y por lo tanto distinto a un juicio ético. Aunque en la segunda unidad ahondaremos en el tema del arte, por el momento es importante decir que el arte es creatividad, acción, trabajo, expresión de la sensibilidad humana y está profundamente ligado a la categoría estética de lo bello.
El método de conocimiento de la estética es el mismo de la filosofía. Por lo tanto, su manera de proceder es a través de la reflexión profunda de los problemas que plantea esta disciplina (el arte). La estética, como la filosofía, genera conocimiento formal, su objetivo es proporcionar el saber mesurado, es decir, crear en pensamiento claro y ordenado acerca de lo que se va a hablar.
Vale la pena mencionar que cada filósofo enfoca el método de conocimiento desde su perspectiva personal, sin embargo, debe respetar los parámetros establecidos en el párrafo anterior para que el conocimiento producido sea válido y universal.

1.2. Objeto y sujeto en la relación estética
En filosofía, para hablar de un objeto, debe haber una relación con éste, es decir, para que un objeto exista debe haber un sujeto que lo perciba. Hay diferentes aspectos que se pueden tratar o conocer acerca de cualquier objeto desde diferentes puntos de vista filosóficos, a saber, desde la metafísica, la ontología o la estética.
Toda relación estética tiene como elementos constitutivos al sujeto y al objeto estético. Las relaciones estéticas las establecen los sujetos estéticos de manera directa con los objetos estéticos y son perceptuales, siendo lo perceptual el tránsito de los sentidos hacia la elaboración de un conocimiento estético, por eso se dice que el placer estético es directo porque entra por los sentidos y después se convierte en conceptos.
El objeto estético debe ser visible, es decir, perceptible, porque la relación estética es percepción, esto quiere decir que necesariamente debe ser percibido para que exista. El objeto al ser percibido pasa de ser un objeto en sí (para él, objeto como tal) a convertirse en un objeto para así (como lo percibimos nosotros, o sea. para nosotros).
El sujeto estético es el que capta los objetos estéticos. El conocimiento estético, por lo tanto, recae en los significados que el sujeto estético le dé al objeto, lo cual depende de los antecedentes culturales y sociales del sujeto.
En la relación estética existen diferentes niveles de captación del objeto, en donde interviene directamente el aspecto social que dota de significado al objeto estético, para lo cual existen mediaciones que la hacen posible, entendiendo por mediar al distanciamiento que el sujeto pone con el objeto con la finalidad de captarlo mejor y tener un desarrollo mayor del conocimiento. La mediación es aquello en lo que el hombre trasciende la vida cotidiana en relación con los objetos y al mismo tiempo profundiza en ellos para tener mejor conocimiento de las cosas. En el proceso de mediación están implicados los significados o signos que el sujeto pone en el objeto, por eso, el sujeto es quien dicta el tipo de relación que se establece con el objeto. Con la carga social que contienen los significados el sujeto realiza la evaluación estética y también determina si un objeto es artístico (bello) o no. Por esto, la relación estética no se da por naturaleza, sino que tiene su origen en el orden social, puesto que el objeto estético sólo se da cuando socialmente se reúnen ciertas características, por ejemplo: la belleza o la utilidad.
En suma, la relación estética es, en una primera instancia, sólo contemplativa porque el sujeto aprecia desinteresada, directa y perceptualmente un objeto sin ningún interés material o utilitario. En un segundo momento, el sujeto (el hombre) coloca en el objeto toda una carga de significados y connotaciones que tienen su origen en la sociedad en la que se desarrolla. Por esta razón se puede establecer una relación estética con los objetos de la naturaleza, los objetos tecnológicos y los objetos artísticos, lo cual quiere decir que aunque la estética se ocupa, en su mayoría, del arte, todos los objetos perceptibles entran en su estudio.
Para finalizar este apartado es conveniente advertir que hemos visto solamente la relación entre el sujeto (captador u observador) y el objeto estético, independientemente de que existe una relación entre el sujeto creador (artista) y el objeto artístico que implica otra temática.

1.3. Las categorías estéticas
Las categorías estéticas son todos los conceptos que utiliza la estética para construir su conocimiento. De esta manera tenemos que las principales categorías estéticas son: lo bello, la belleza, el arte, lo sublime, lo cómico, lo trágico, lo grotesco, lo feo, lo ridículo.
La primera categoría estética que se encuentra en los pueblos antiguos es la belleza o lo bello, para los antiguos griegos la belleza estaba relacionada con el concepto de lo bueno y designa a lo “bien fabricado” o “bien hecho”. Por ejemplo, las armas eran objetos estéticos y bellos porque estaban “bien hechos” y tenían una función utilitaria. Lo bello también se aplicaba a los seres humanos, de manera que un cuerpo bello era el que poseía armonía en su estructura, es decir, estaba “bien hecho”. De igual manera, a una persona bella se le consideraba como una persona buena, puesto que para los griegos clásicos lo bello es bueno. El sentido contrario lo feo se identificaba con lo malo, por eso lo feo se asocia a lo negativo
Otra categoría es lo sublime. Esta palabra proviene del latín sublimis, que significa elevado, que se levanta o se alza del suelo, se utiliza para designar algo excelso, eminente o sumamente elevado. Lo sublime se puede encontrar en ciertos fenómenos naturales, como lo puede ser un arcoíris, un cielo estrellado, o también se puede aplicar a determinadas acciones humanas, como lo que han hecho algunos hombres que arriesgan o sacrifican su vida. Lo sublime entonces se aplica a lo que está dotado de un gran poder y grandiosidad y que opaca nuestra limitación como humanos. El sentimiento que brota ante lo sublime es el de admiración. El hombre se eleva desde su precariedad y limitación a algo que está muy elevado, que se sale de lo cotidiano y normal.
Lo trágico es la imposibilidad de salir de una situación funesta, de un conflicto sin solución, de una situación es desdichada, cerrada y con un desenlace funesto. Para Aristóteles la tragedia sucede cuando la felicidad se transforma en desgracia. El personaje trágico es un ser desdichado, ya que su vida desemboca en la desventura; por tanto, su destino es sufrir. Lo trágico genera kátharsis, término griego que se traduce como “purificación”. Así la tragedia libera al espectador de la carga pasional que se va acumulando.
Hegel define a lo cómico como: “satisfacción infinita, la seguridad que se experimenta de sentirse elevado por encima de la propia contradicción y de no estar en una situación cruel y desgraciada.” Lo cómico implica una contradicción que se asemeja a lo trágico, pero en la tragedia, la contradicción se da entre fines nobles (vitales) y la imposibilidad de alcanzarlos, mientras que en lo cómico la contradicción se da entre lo que se presenta como valioso y su carencia de valor, es la contradicción entre lo que vale realmente y lo que pretende valer. La pretensión no puede ser tomada en serio, por eso mueve a la risa. 

3 comentarios:

  1. Hola, me gusta mucho la pagina y su contenido. Me ha faltado en el punto 1.3 de categorías de la estética, que hablases de la categoría de "lo grotesco"

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    1. Gracias por el comentario. Tomaré en cuenta tu observación para hablar de la categoría estética de "lo grotesco".

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  2. Hola profesora, soy Kenya del grupo 2020. Con respecto al intercambio de mañana del 14 de febrero le toco darle a Brenda, es la chica nueva. El intercambio es de de paletas ya sea de bombón o de cereal con chocolate de un tamaño mediano, no hay limite de precio ni mínimo ni máximo.
    Que tenga buena tarde. Gracias.

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